TEATRO CIRCO DE MURCIA

Teatro Circo de Murcia

Por Julia Romero.
A principios del siglo XX, el arquitecto Justo Millán presentó un proyecto para construir un teatro al estilo de los que se estaban levantando en muchas ciudades europeas, basados en los modernos modelos parisinos.

Murcia necesitaba más espacios públicos para la presentación de obras de teatro que fueran, en esa época, un espejo de la alta sociedad murciana. Así, cuando el Teatro Romea sufrió un aparatoso incendio en 1899, se agradeció enormemente la existencia del Teatro Circo al ser el nuevo escenario de la cultura capitalina.

Su enclave está en la calle Enrique Villar y se inauguró el 5 de noviembre de 1892. Su nombre original fue Teatro Circo Villar, puesto que su propietario era Enrique Villar, quien también impulsó la construcción de la Plaza de Toros.

La inauguración se realizó con la actuación de la compañía ecuestre de Gil Vicente Alegría, quien dejó a los presentes boquiabiertos ante tal exhibición, compitiendo desde entonces con el Teatro Romea. Uno público y otro privado, rivalizaban en cuanto a la programación de cada uno de ellos.  Cabe destacar la curiosidad de que llegaron a representarse a la vez la misma obra de teatro por distintas compañías, con el fin de que el público juzgase cuál de las dos era la mejor.

Teatro Circo de Murcia

Dentro de los espectáculos ofrecidos por el Teatro Circo, cabe destacar competiciones de boxeo, e incluso la lidia de un novillo auténtico, tras cerrar la pista con una valle metálica, para seguridad del público. Incluso la pista se transformó en una piscina enorme donde nadaron las hermanas Benett.

En el diario “Las Provincias de Levante” del 25 de septiembre de 1891, apareció una reseña sobre la capacidad del Teatro: “el perímetro del local es espacioso, solo ocho columnas (que marcan igual número de ochavas y que miden 32 metros de elevación) sostendrán una elegante cubierta de 40 metros de diámetro…”

A partir de 1908 se habilito también para cine y así poder ofrecer un mayor número de posibilidades de ocio. Así pervivió este espacio hasta 1984, cuando definitivamente cerró sus puertas. Pero, a partir de 2003, el Ayuntamiento de Murcia se implicó en el proceso de rehabilitación que finalizó ocho años después y, con este ejercicio de recuperación, pasó a ser patrimonio municipal y volvió a utilizarse para sus originales fines con el nombre de Teatro Circo de Murcia.

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